Como fotógrafa infantil que soy, me encantan las familias que apuestan por guardar momentos a través de la fotografía.
Los peques crecen demasiado rápido y nosotros los adultos vamos a contrarreloj sin darnos cuenta de ello. Esta sesión de familia la realicé en un lugar muy fotogénico, como es Cacela Velha, un pueblecito costero de portugal. Pasamos una tarde preciosa paseando por sus calles coloridas, y decidimos acabar la sesión en la playa. Me encanta la fotografía con luz natural, siempre intento aprovechar el atardecer que da ese tono mágico. Arya fue toda una campeona, se portó súper bien. Así que no le costará mucho ejercer de hermanita mayor porque la familia vuelve a crecer!!